quarta-feira, 3 de agosto de 2016

¿Por qué las mujeres tienen orgasmos?

Un misterio para la evolución
Mientras para nosotros los hombres la función está clara – trasferir el esperma -, el objetivo biológico del clímax femenino, que no es necesario para concebir, ha intrigado a científicos y filósofos por más de dos mil años. Esta semana, investigadores llegaron a una nueva teoría [mejor dicho; hipótesis]: un ancestro necesitaba esa fuerte descarga hormonal para inducir la ovulación, liberando así los óvulos para la fertilización. “El orgasmo femenino parece ser un reflejo tardío y feliz de nuestro antepasado evolutivo”, dice un comunicado de la Universidad de Yale, que participó del estudio publicado esta semana en la revista Journal of Experimental Zoology. “El orgasmo femenino humano es un vestigio evolutivo de la ovulación inducida”, dijo la AFP Gunter Wagner, coautor del estudio y biólogo de Yale. El equipo utilizó investigaciones publicadas para crear un modelo evolutivo de la ovulación en animales. 

En muchos mamíferos, la liberación de las hormonas prolactina y oxitocina se relaciona a la ovulación, mientras que en los seres humanos ésta acompaña el orgasmo femenino, relevaron los investigadores. “Interpretamos que, esta evidencia sugiere que las alteraciones fisiológicas provocadas por el orgasmo humano femenino son homologas a aquellas que causan la ovulación en otras especies”, concluyeron. 

Si otros animales tienen orgasmos o no, continúa siendo, en gran parte, un misterio, si bien se sabe que los machos inducen la ovulación en algunas especies de mamíferos, incluyendo conejos y gatos. El modelo mostró que, en un ancestro común de los mamíferos, que vivió hace cerca de 60 millones de años, las hembras necesitaban de la estimulación masculina para inducir la ovulación. Esta característica fue más tarde sustituida en algunas especies por una ovulación cíclica o espontanea, como ocurre con los seres humanos hoy. 

Eso probablemente ocurrió en la época de la ascensión de los primates – el grupo de animales al que pertenecen los seres humanos [sic]. “El orgasmo femenino no evolucionó en el linaje humano, pero puede haber adquirido papeles adicionales”, una vez que dejó de ser necesario para la ovulación, como el fortalecimiento del vínculo entre la pareja, según el estudio. 

Conforme la ovulación se fue tornando espontanea, la configuración de los órganos genitales femeninos también cambió, añade. El clítoris “se reacomodó a partir de su posición ancestral dentro del canal copulador”, donde permanece hoy en muchos animales, pero no en los seres humanos o monos. “Eso puede ayudar a explicar por qué muchas mujeres no tienen orgasmos durante la relación sexual, pero son capaces de alcanzar un orgasmo a través de la masturbación o con la estimulación del clítoris en la relación sexual, destaca el estudio. 

(Fuente: Yahoo noticias; traducción: Marcela Calderon)

Nota: Ya hablé antes sobre el origen del orgasmo femenino (vea aquí y aquí), pero, como los medios tocaron nuevamente en este asunto, aquí vamos otra vez: 

1. El texto arriba dice que “un ancestro antiguo necesitaba de esta fuerte descarga hormonal para inducir la ovulación, liberando así los óvulos para la fertilización”. Ahora, pregunto: ¿Qué habría surgido primero? ¿las hormonas, los inductores de las hormonas, los óvulos, el sistema reproductor femenino, o las neuronas especializadas en esta función…? ¿Puedes notar que estamos frente a un sistema de una complejidad irreductible, en el cual si falta un elemento no funciona como un todo, y que, si no funcionase bien la primera vez, no estaríamos aquí hablando sobre esto? Los evolucionistas tratan el asunto como si fuera algo fácil de ocurrir. Los elementos del sistema estaban todos allí, sólo era necesario conectarlos. Sin embargo, no consiguen, siquiera, dar una respuesta satisfactoria para el origen de los sexos, su interdependencia funcional y su perfecta adecuación. Como podrían entonces explicar el origen de sensaciones complejas como un orgasmo, que no es necesariamente imprescindible para la reproducción o para la supuesta evolución de las especies.  

2. El articulo arriba dice también que “el modelo mostró que, en un ancestro común de los mamíferos, que vivió hace cerca de 60 millones de años, las hembras necesitaban de la estimulación masculina para inducir la ovulación”. Muchos comportamientos de los seres vivos hoy, son un misterio para los científicos – incluso el mismo orgasmo lo es -, pero ellos quieren que creamos que saben “todo” sobre los supuestos ancestros, que habrían vivido hace supuestos millones de años ¡de los cuales sobraron (si sobraron…) sólo fósiles! Otro punto complicado es que, un género tenga que depender de otro género para que pueda ocurrir la reproducción. ¿Quién aprendió primero? Y hasta que aprendió ¿cómo aquella especie subsistió? Otra cosa: la hipótesis del ancestro común es todavía muy controvertida, nótese que, el caso arriba citado, se basa únicamente en un “modelo”. La lógica es más o menos la siguiente: (a) en algunas especies, la ovulación depende de la estimulación del macho; (b) los seres humanos tendrían un ancestro común con algunas especies que se supone tendrían este comportamiento sexual; (c) finalmente, los seres humanos heredan el orgasmo como un vestigio placentero del supuesto comportamiento de estos supuestos ancestros. ¿Qué tal la explicación? 

3. El texto arriba dice más: “El clítoris se reubicó a partir de su posición ancestral dentro del canal copulador”, donde permanece hoy en muchos animales, pero no en los seres humanos o monos. Más lógica evolucionista: (a) el clítoris está dentro del canal copulador en algunos animales; (b) compartimos ancestros con algunos de esos animales; (c) finalmente, el clítoris en la especie humana habría “migrado” del interior para el exterior del órgano sexual. Sólo podemos llegar a esta conclusión si adoptamos la hipótesis de que los seres humanos, cuyas hembras tienen el clítoris externo, habrían evolucionado de animales cuyas hembras tienen clítoris interno. Todo el razonamiento parte de una premisa no demostrable ni verificable. Así de frágil. 

Note que todo se basa en premisas y construcciones filosóficas que alimentan modelos, no en descubrimientos científicos. Primero, porque los supuestos ancestros comunes son hipotéticos; segundo, porque aun si existieran, lo único que tendríamos de ellos serían fósiles para ser analizados, y los fósiles difícilmente contienen partes blandas, como el clítoris, para ser estudiadas. Por lo menos, en el texto arriba se usan palabras como “interpretación” y “puede”, dando una vislumbre de que las conclusiones no son tan confiables. Al final de cuentas, el origen del orgasmo femenino (así como la gestación, por ejemplo) continúa siendo un misterio a la luz de la teoría de la evolución, pero no para el creacionismo, que entiende el sexo como un regalo dado por el Creador con el fin de promover la perpetuación de la especie, unir a la pareja y darle placer en esta relación bendecida. Así de simple. [Michelson Borges]

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